Los discos de frenos no pueden ser taladrados, ya que pueden generar un riesgo mecánico.
Si perforamos los discos manualmente o montamos discos perforados en nuestro auto, que de fábrica no viene con estas características, corremos el riesgo de recalentamiento del sistema de frenos.
Los agujeros taladrados pueden convertirse en puntos de tensión que pueden provocar agrietamientos durante una frenada fuerte.
Además, quitamos material de fricción, reduciendo la capacidad del disco de disipar el calor y corremos el riesgo de un recalentamiento y un posible accidente por pérdida de eficiencia de frenado.
Los únicos discos perforados que debes usar son los de fábrica, debido a que cuentan con refuerzos en la estructura que permiten disipar de mejor manera el calor.